martes, septiembre 07, 2010

Verano 2010 - Vuelta al norte de Portugal, España (y un pedacito de Francia)

Como es normal, a la vuelta de las vacaciones todo el mundo se pregunta y se cuenta mutuamente qué hizo durante el verano. Bien sea por anhelo o por coger ideas para un próximo viaje, es divertido escuchar las historias de los viajes de cada uno.

Para mantener la tradición les cuento de mis cortas pero intensas vacaciones: 3.800km y 22 ciudades en 9 días en coche. El plan era aprovechar al máximo esos días y conocer lugares que en otra oportunidad no había podido conocer. Así que cogí el coche y me fui recorriendo todo el norte de España, Portugal, y hasta un pedacito de Francia. Este fue el itinerario que hice:

Día 1 – ¡Partida!: salí de la oficina a las 2pm (aprovechando la jornada intensiva) y partí en dirección a Zaragoza, donde conocí la Seo (catedral antigua), la Plaza y la Catedral del Pilar y las calles de el Tubo. Luego seguí hasta Madrid, donde pasé la noche.


Día 2 – Castilla-León y mi pueblo en Portugal: salí temprano de Madrid para adentrarme en Castilla-León. En el camino di un vistazo rápido a Ávila, para luego llegar a Salamanca. Aquí caminé por las calles del centro y visité la Plaza Mayor, la Casa de las Conchas, la Catedral (la nueva y la antigua), y hasta encontré la rana en la entrada de la Universidad. También probé el Hornazo, un plato típico de la zona que es como un pastel relleno de chorizo, lomo y bacón. ¡Buenísimo! (aunque pesado). Al final del día llegué a Ozendo, una aldea portuguesa de 80 personas de donde es mi familia. J

Día 3 – Portugal: luego de desayunar con exquisitos dulces portugueses, fui hasta Viseu donde visité el centro y la Catedral, luego a Coimbra, donde me fueron guiando por la ciudad para conocer las tradiciones de los estudiantes, luego a Aveiro, donde paseé por los canales y vi el atardecer, y finalmente llegué a Porto, donde cené una típica “Francesinha” (bocata de pan de molde relleno de jamón, chorizo y ternera, gratinado con queso y cubierto con salsa picante. ¡Excelente!

Día 4 – Porto: este día lo dediqué a pasear por Porto, ver el Oceano Atlántico, atravesar el puente sobre el río Douro, hacer una degustación de vino con chocolates y visitar una bodega de vino. Al final del día atravesé el río Minho para llegar a Vigo, y finalmente pasé la noche en Santiago.

Día 5 – Xacobeo 2010 en Santiago: aprovechando que es año santo fui a conocer la famosa Catedral de Santiago. Además, tuve la suerte de poder estar allí durante una misa con todos los peregrinos, lo cual lo hizo muy especial, y al final vi el gran botafumeiro cruzar las naves de la iglesia a toda velocidad mientras el recinto entero se impregnaba del olor del incienso. Luego de eso, pasee un poco por las calles cercanas y no podía dejar de comer mariscos y tomar Estrella Galicia en la cena.

Día 6 – A Coruña y hasta el fin del mundo: este día fui a conocer A Coruña, la cual fue una de las ciudades que más me gustó en todo el viaje. Estuve caminando por la Marina y por el centro, y luego visité la Torre de Hércules y el Monte San Pedro. Al final de la tarde llegué hasta el Cabo de Fisterra, para ver el atardecer en un lugar muy especial, donde se creyó durante mucho tiempo que estaba el fin del mundo.

Día 7 - Asturias: atravesando las tierras celtas de Galicia llegué hasta Asturias. El primer lugar que visité en esta zona fue el pueblo de Cudillero, que creo que fue el mejor descubrimiento de todo el viaje, no solo por la belleza del lugar sino también por lo poco conocido que es. Luego llegue a Oviedo donde di un paseo por el centro y visité la Catedral, para luego encaminarme hacia Gijón y dar una vuelta alrededor de la ciudad. En la noche llegué a Llanes, donde finalmente tomé la famosa sidra asturiana.

Día 8 – Cantabria, Pais Vasco y Francia: antes de partir de Llanes fui a visitar los “Cubos de la Memoria” y luego seguí hacia Cantabria. En el camino hacia Santander pasé por el Museo de Altamira para descubrir las obras prehistóricas en esta zona. En Santander di una vuelta por la península de la Magdalena y luego seguí hacia al País Vasco para hacer una parada en Bilbao. Lamentablemente cuando llegué a esta ciudad estaba todo cerrado y tuve que conformarme con tomarme unas fotos en el Museo Guggenheim y comerme unos pinchos en el único bar que encontré abierto. Luego seguí hasta San Sebastian, donde si estaba todo abierto pero había muchísima gente porque era el inicio de las fiestas de Aste Nagusia. Aquí no pude siquiera aparcar el coche por lo que decidí seguir el camino hasta Francia. Ya volveré en otro momento donde haya menos gente ya que me quedé con muchas ganas de conocer esta ciudad y su gastronomía. Esa noche dormí en Bayonne y fui a cenar a Biarritz.

Día 9 – Lourdes, Pirineos y regreso a casa: el último día, ya de regreso hacia Barcelona, decidí pasar por el santuario de Lourdes, el cual me sorprendió por la gran concentración de fieles cristianos buscando sanación en las aguas milagrosas de este lugar. Desde aquí atravesé los Pirineos y me encaminé hacia Lleida, para finalmente llegar a Barcelona.

Aunque lamento no haber podido tener más tiempo para conocer las ciudades a las que fui, disfruté mucho el viaje, la gente con la que estuve y las cosas que descubrí. Estoy seguro que volveré a muchos de los lugares que visité.